No Smoke, No Mirrors: What Transparency Really Means in Tequila
Disclaimer: This article was originally written and published before recent news surfaced regarding a double class-action lawsuit.The lawsuits allege that certain products advertised as “100% agave” contain as little as 25-35% agave content. Far below the legal and ethical standards implied on the labels. We’ve chosen to revisit and expand this article not to sensationalize the headlines or target any competitor, but to reinforce a belief we’ve held since the beginning: when it comes to tequila, transparency is responsibility.
Before the lawsuits, before the headlines, we believed this: transparency should be the baseline. Not a branding move. As recent class-action lawsuits raise questions about “100% agave” claims, we’re revisiting a belief we’ve always held—every label should earn its words. This article breaks down what ingredient integrity really means, why legal definitions like NOMs and CRT matter, and how consumers are leading the shift toward smarter spirits.
We’re not here to throw stones. We’re here to raise the bar.
What’s Really in the Bottle? Why Ingredient Integrity Still Matters
When you reach for a premium bottle of tequila, you’re not just buying flavor. You’re buying into a story. And ideally, that story should be true.
For years, tequila has worked hard to evolve beyond spring break clichés and sugary mixers. It’s found its place in high-end bars, elegant nightcaps, and curated collections. But while the bottle shapes and price points have matured, not every spirit inside has kept up.
That’s where recent consumer lawsuits, like the one challenging the accuracy of agave content in some major-label tequilas, have cracked open an uncomfortable truth. Even with a label that reads “100% agave,” what’s actually inside might be far less clear.
For us, that’s a problem. Not just for producers, but for every person who cares about what they’re drinking and why it matters.
Don’t Let the Fonts Fool You
"100% de agave" is not marketing copy. It’s a legal distinction. It signals that every drop of fermentable sugar in the bottle came from the blue weber agave plant and nothing else.
When that claim isn’t honored, it undermines far more than just flavor. It disrespects the farmers, distillers, and drinkers who hold this spirit to a higher standard.
Mixtos, by contrast, can include up to 49% other sugars, usually from cane or corn. There’s nothing inherently wrong with them when labeled honestly. But when brands blur those lines, whether by omission or misdirection, they erode the trust that should exist between label and liquid.
The lesson here is simple: bold claims require bold accountability. If the tequila isn’t 100% agave, the label should say so. If it is, producers should be proud to prove it.
The New Rules of Luxury: Tell the Truth or Step Aside
For too long, the tequila aisle has relied on mystique. A beautiful bottle, a heritage-sounding name, a nod to some secret recipe. It’s compelling, but it’s also become a shield for shortcuts.
The next generation of drinkers isn’t buying it, literally or figuratively. They’re searching for NOM numbers, decoding additive disclosures, and caring about how a product is made from start to finish. They're not just asking, “Does this taste good?” They're asking, “Was this made with integrity?” That’s not scrutiny. That’s evolution.
The recent lawsuits are a turning point. Not because they shocked the industry, but because they confirmed what many already suspected: some brands are more invested in perception than in principle. If the luxury tequila space wants to survive and grow, it has to lead with both quality and clarity.
Marketing Can’t Be the Only Craft
At Dos Caras, we believe storytelling and craftsmanship should work together, not in opposition. We love a good label. We love a good name. We also love when those things are backed by a process that respects the spirit itself.
Dos Caras tequila is made from 100% blue weber agave, slow-cooked in traditional autoclaves, distilled at a single distillery, and produced without additives. We don’t do this to stand apart, we do it because anything less would feel like cutting corners in the name of convenience.
We don’t believe transparency should be a point of pride. It should be the minimum requirement.
What the Bottle Says When You’re No Longer in the Room
We’ve never believed tequila was just about the good time. It marks the moment. It carries the weight of the gesture, and sometimes, it says what we can’t.
So if you're thinking about what to bring, what to leave behind, or what to stand behind, consider what your bottle speaks to long after it’s been opened.
For us, it speaks to care. Care for where it came from. How it was made. What’s in it? And why that matters.
This isn’t about claiming superiority. It’s about honoring the relationship between maker and drinker, between legacy and label. This spirit carries our culture, our craft, and our name. So whether you choose Dos Caras or not, we ask only this: read closely, ask better questions, and expect better answers.
A beautiful bottle might turn heads. An honest one earns trust.
And trust, in this industry and in life, is always the long game.
¡Salud!
Sin Humo ni Espejos: Lo que la Transparencia Realmente Significa en el Tequila
Aviso: Este artículo fue escrito y publicado originalmente antes de que saliera a la luz la reciente noticia sobre una demanda colectiva doble contra Diageo, empresa matriz de varias marcas importantes de tequila. Las demandas alegan que ciertos productos anunciados como “100% agave” contienen tan solo entre 25 y 35% de contenido de agave. Muy por debajo de los estándares legales y éticos que sus etiquetas implican. Hemos decidido retomar y ampliar este artículo no para sensacionalizar los titulares ni para señalar a la competencia, sino para reforzar una creencia que hemos sostenido desde el inicio: cuando se trata de tequila, la transparencia es responsabilidad.
¿Qué Hay Realmente en la Botella? Por Qué la Integridad de los Ingredientes Sigue Importando
Cuando eliges una botella premium de tequila, no solo compras sabor. Compras una historia. Y, de manera ideal, esa historia debería ser cierta.
Durante años, el tequila ha trabajado duro para evolucionar más allá de los clichés del spring break y los cocteles cargados de azúcar. Ha encontrado su lugar en bares de alta gama, en tragos elegantes para cerrar la noche y en colecciones cuidadosamente curadas. Pero aunque las botellas y los precios se han sofisticado, no todos los destilados dentro han seguido el mismo ritmo.
Ahí es donde demandas recientes de consumidores, como la que cuestiona la veracidad del contenido de agave en algunas marcas grandes, han destapado una verdad incómoda. Incluso con una etiqueta que dice “100% agave”, lo que realmente contiene podría no ser tan claro.
Para nosotros, eso es un problema. No solo para los productores, sino para cada persona que se preocupa por lo que bebe y por qué importa.
No Te Dejes Engañar por la Tipografía
“100% de agave” no es un recurso de marketing. Es una distinción legal. Indica que cada gota de azúcar fermentable en la botella proviene de la planta de agave azul weber y de nada más.
Cuando esa afirmación no se respeta, se mina mucho más que el sabor. Se le falta al respeto a los agricultores, a los destiladores y a los consumidores que sostienen este espíritu en un estándar más alto.
Los mixtos, en contraste, pueden incluir hasta 49% de otros azúcares, generalmente de caña o maíz. No hay nada inherentemente malo en ellos cuando están etiquetados con honestidad. Pero cuando las marcas borran esas líneas, ya sea por omisión o por confusión intencional, erosionan la confianza que debería existir entre etiqueta y líquido.
La lección aquí es simple: las afirmaciones audaces requieren responsabilidad igual de audaz. Si el tequila no es 100% agave, la etiqueta debe decirlo. Si lo es, los productores deberían estar orgullosos de probarlo.
Las Nuevas Reglas del Lujo: Di la Verdad o Hazte a un Lado
Durante demasiado tiempo, el pasillo del tequila se ha sostenido en el misterio. Una botella hermosa, un nombre que suena a herencia, una supuesta receta secreta. Atractivo, sí, pero también un escudo para atajos.
La nueva generación de bebedores no lo compra—ni literal ni figurativamente. Están buscando números de NOM, descifrando declaraciones de aditivos y preocupándose por cómo se hace el producto de principio a fin. No solo preguntan: “¿Sabe bien?” Preguntan: “¿Fue hecho con integridad?” Eso no es escrutinio. Es evolución.
Las demandas recientes marcan un punto de inflexión. No porque sorprendieran a la industria, sino porque confirmaron lo que muchos ya sospechaban: algunas marcas están más interesadas en la percepción que en el principio. Si el espacio del tequila premium quiere sobrevivir y crecer, tiene que liderar con calidad y claridad.
El Marketing No Puede Ser el Único Oficio
En Dos Caras creemos que la narrativa y la artesanía deben trabajar juntas, no en oposición. Nos encantan las buenas etiquetas. Nos encantan los buenos nombres. Pero también nos encanta cuando esas cosas están respaldadas por un proceso que respeta al espíritu mismo.
Dos Caras Tequila está hecho de 100% agave azul weber, cocido lentamente en autoclaves tradicionales, destilado en una sola destilería y producido sin aditivos. No lo hacemos para diferenciarnos, lo hacemos porque cualquier otra cosa sería cortar esquinas en nombre de la conveniencia.
No creemos que la transparencia deba ser un punto de orgullo. Debería ser el requisito mínimo.
Lo que Dice la Botella Cuando Ya No Estás en la Habitación
Nunca hemos creído que el tequila se trate solo de la fiesta. Marca el momento. Carga con el peso del gesto y, a veces, dice lo que no podemos decir.
Así que si piensas en qué llevar, qué dejar o qué respaldar, considera lo que tu botella comunica mucho después de haber sido abierta.
Para nosotros, habla de cuidado. Cuidado por su origen. Por cómo fue hecho. Por lo que contiene. Y por qué importa.
Esto no se trata de reclamar superioridad. Se trata de honrar la relación entre productor y consumidor, entre legado y etiqueta. Este espíritu lleva nuestra cultura, nuestro oficio y nuestro nombre. Así que, elijas Dos Caras o no, solo pedimos esto: lee con atención, haz mejores preguntas y espera mejores respuestas.
Una botella bonita puede llamar la atención. Una honesta gana confianza.
Y la confianza, en esta industria y en la vida, siempre es el juego a largo plazo.
¡Salud!
